Entonces llega el momento en el que te das cuenta de que las perfectas historias de amor no existen.
Y de repente vacío, miedo, confusión, rabia, ganas de llorar... E intentas buscar el motivo.
¿Por qué?
¿Es mi culpa?
¿Qué hice mal?
¿Seré yo el problema de todo?
¿Qué tienen ellas que no tenga yo?
Llegas a despreciarte tanto a ti misma que no te das cuenta de lo absurda que es la situación.
Y es que el problema no eres tú, sino él.
Tú eres genial y cualquiera daría lo que fuera por estar a tu lado.
Simplemente te mereces a alguien mejor, alguien que sepa valorarte de verdad, alguien que te haga feliz.
A pesar de todo tú fuiste el único para mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario